En artículos anteriores sugerimos que todo el poder y sabiduría necesarios para vivir con plenitud y felicidad en este
mundo se encuentra dentro de nosotros mismos, en el interior de nuestro Ser.
Eso significa que podemos recurrir a
ellos en el momento y lugar que sea necesario sobre todo cuando estamos
confundidos y en serios problemas. Es como volver a nuestro propio hogar, con
la absoluta seguridad de que “todo” estará perfecto y en paz. Por lo tanto, no
es necesario buscar esa sabiduría en otras personas, gurús, o líderes religiosos
o de la comunidad. La verdad sobre las cosas de la vida estará siempre dentro
de Ud. mismo; si aprendemos a cuestionar y/o diferenciar la verdad dentro del
torbellino a veces innecesario de pensamientos estresantes.
Las orientaciones colocadas
en estos artículos de Coaching también
deben sujetarse a ese cuestionamiento,
porque cada uno debe descubrir sus propias verdades, ser el creador de pensamientos
positivos y de su propio destino, esa es su gran
responsabilidad y misión en la vida. Lo cierto es que ningún ser humano hasta
el momento ha conseguido detener el
torbellino de pensamientos que a todo momento aparece en nuestras mentes. El
proceso de pensar es completamente natural. El
gran problema reside en que
muchos de nosotros nos identificamos o “colgamos” en nuestros pensamientos
y los admitimos como absolutamente
verdaderos y terminan convirtiéndose en creencias y luego en hábitos que más tarde serán reflejados en nuestra forma de actuar
cotidiana.
Si un día Ud. despierta y
se dice: “hoy no voy a pensar” ya es demasiado tarde, Ud. ya esta pensando. Los
pensamientos simplemente fluyen, aparecen
y nos dejan, para que otros pensamientos surjan igual que las nubes en
un cielo límpido. Los pensamientos vienen para desvanecerse no para quedarse
martillando nuestra mente y alma. La presencia de los pensamientos no es dañina
hasta que no nos apeguemos a ellos como si fuesen verdades absolutas que nos
causan dolor, frustración, infelicidad, miedo, resentimientos, etc.
Un método simple y práctico
de tratar de “controlar” ese torrente de pensamientos es escribiéndolos en un papel, indicando cualquier situación de
su vida pasada, presente, futura, su relación con personas que no le agradan,
y señalar sobre cada uno de esos
pensamientos lo que realmente le causa tristeza, dolor o desesperanza. Cuando
Ud. piensa o juzga sobre como son las
otras personas, esto le permitirá ver quien realmente es Ud. Eventualmente todo lo que vemos fuera de
nosotros es el reflejo de nuestros propios pensamientos. Ud. es quien crea la
historia que lo esta afectando, es el proyector de todas las historias. Y el
mundo es la imagen proyectada de sus pensamientos.
Desde el inicio de los
tiempos el hombre ha tratado de cambiar el mundo que le impide ser feliz. Este afán
nunca dio resultados positivos porque enfrenta al problema por las
consecuencias y no por el origen. Lo interesante es tratar de cambiar el
proyector –la mente-, envés de cambiar la realidad proyectada. Esto será
el fin del sufrimiento e inicio del
júbilo en el “paraíso eterno”.
Son cuatro las preguntas
claves que debemos hacernos cada vez que se presente un pensamiento compulsivo
e incómodo que nos causa miedo, frustración, rabia o no nos deja en paz.
Pensamientos tales como: “mi mamá no me ama”, “Mi jefe no me aprecia”, “Soy muy
gordo”, “mis hijos deben obedecerme” etc. etc.
1. ¿Es verdad?
2. Tiene Ud. como saber si aquello
es absolutamente verdadero?
3. ¿Cómo Ud. reacciona cuando
Ud. cree en aquel pensamiento?
4 4. ¿Quién sería Ud. sin aquel
pensamiento?
Pregúntese a si mismo,
siéntese, relaje y permita que la respuesta aparezca del fondo de su ser.
Busque afirmaciones opuestas a las expresiones que Ud. escribió. Por ejemplo:
“Mi esposa no me entiende”. El opuesto sería “Mi esposa si es comprensiva” y
encuentre por lo menos 3 ejemplos de cómo esa afirmación es verdadera en su
vida práctica.
Cuando Ud. cuestiona sus
pensamientos estresantes, se da cuenta
que todo lo que estuvo perturbándolo es solamente un mal entendido. Ud.
llega a la conclusión de que muchas de las cosas en las que creemos no son del todo necesarias. Esto será el
inicio de su libertad. Estos cuestionamientos e indagaciones sobre los efectos
nocivos que causan nuestros pensamientos
compulsivos y estresantes nos dejarán aliviados, calmas, bondadosos,
esclarecidos. Así nos hacemos seres humanos mucho más felices y no
contaminantes.
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