Podemos vivir la vida entera hasta el final de nuestros días, conociendo mucho más sobre otras personas que sobre nosotros mismos. La pregunta más importante que deberíamos hacernos todos los días en el silencio de un claro amanecer es: ¿Quién soy yo? Para responder a esta pregunta, primero debemos aprender a estar conscientes sobre nuestro propio comportamiento o conducta.
Para estar consciente de sí mismo, debemos PARAR de seguir metidos en la rutina del día a día, y colocar toda nuestra ATENCIÓN (igual a energía) en la observación objetiva de nuestras propias acciones, como si fuese un espectador del film de su vida. Esto consume una porción de tiempo que vale la pena permitirse.
Normalmente vivimos la mayor parte de nuestras vidas basados en hábitos que nos tienen pegados a patrones de comportamiento que limitan nuestra experiencia de vida. Una vez que detectamos un patrón de comportamiento limitante del cual previamente estuvimos inconscientes, podemos escoger diferentes formas de actuar, si así lo deseamos. Con la nueva luz de la consciencia aparece la elección y con la elección ganamos libertad de acción sobre nuestras vidas.
Recuerde que para ser auténtico, debe esforzarse en ser el propio autor de su vida, descubriendo sus propias energías y deseos, encontrando sus propias formas de actuar para conseguir lo que realmente desea en su vida.
El autoconocimiento y la reflexión sobre la forma como actuamos, son poderosas herramientas que nos permiten comprender, conducir y controlar nuestra propia vida. De esta forma conseguiremos con mayor facilidad nuestros grandes objetivos de vida. Y en su caso particular: ¿Ud. que opina al respecto?, ¿Será posible deshacerse de toda esa carga pesada de hábitos y costumbres que limitan la calidad de su propia vida?
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