Si así comenzamos admitiendo pequeños e “insignificantes” hábitos desagradables, luego los hábitos negativos de mayor trascendencia, van a encontrar en nuestra cabeza un terreno más abonado para crecer y arraigarse con mayor facilidad en alguna parte del subconsciente, para luego actuar casi en automático según las redes neurológicas establecidas y utilizadas por nosotros mismos en el cerebro (script). Lo cierto en todo este asunto es que generalmente no colocamos toda nuestra atención (energía), en lo que estamos haciendo en este preciso momento, no vivimos el momento presente “aquí y ahora”, tratando de hacer 2 o 3 cosas a la vez sin la calidad necesaria para encontrar la satisfacción en lo que hacemos o pensamos.
Para cambiar esos patrones de comportamiento insatisfactorios, tenemos que flexibilizar a nuestra mente, exigiéndole que mande (al cuerpo físico) hacer cosas de diferentes maneras sin entrar en la rutina. Devolviendo el control de nuestros actos a nuestro Ser Interior (espíritu), quien debe asumir el control sobre nuestra mente (ego).
Saber actuar en la vida bajo el control de nuestro Yo Interior (espíritu, energía a imagen y semejanza de Dios) y en perfecta coordinación y sumisión de la mente, nos garantiza una vida saludable, llena de satisfacciones y alegrías, donde no existen espacios para el mal humor, la depresión, la infelicidad, los hábitos y costumbres desagradables o conflictivos con la moral y la convivencia en una comunidad civilizada. Mucha gente alega que ese encuentro con nuestro Ser Interior es sumamente difícil o no lo entienden. No es necesario entender, es más importante “sentir” con el corazón”. Lo que sucede es que nuestro Ego (dirigido por la mente) no es capaz de aceptar con humildad la superioridad cualitativa del SER SUPERIOR completo que vive dentro de nosotros.
Algunas características de las personas que viven conectadas con su Ser Interior son la calma, silencio, humildad, tolerancia, aceptación de las circunstancias de la vida tal cual se presentan, buenas o malas, sin culpar a nadie por lo que ES. Acepte con entereza su responsabilidad para consigo mismo. Ud. es el único responsable por todo lo que Ud. hace o deje de hacer en la vida, Ud. es responsable por su propio crecimiento y satisfacción en la vida, porque es Ud. quien toma a diario todas las decisiones pequeñas e importantes, desde estar alerta y consciente de la clase de pensamientos que produce su cabeza. Viva siempre conectado con su Ser Interior, hecho de la misma naturaleza del SER SUPERIOR, fuente de infinito Amor y Sabiduría, que resuelve todos nuestras vacilaciones e incertidumbres en la vida. ¡Decídase de una vez por todas a ser feliz eternamente! Todo depende de su intención y determinación inquebrantables. La felicidad está dentro de Ud. mismo, no en las “cosas” de fuera.
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