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miércoles, 4 de marzo de 2015

Semillas de Muérdago No. 59: DIVERSIDAD DE LENTES



      La gran mayoría de personas entiende perfectamente que un mismo asunto o  hecho objetivo  que sucede a diario entre las personas son vistos por cada uno de diferente manera, porque cada quien tiene su propio "lente" para mirar las cosas. Entonces podemos decir que existe una gran diversidad  de tipos de "lentes" como número de personas están involucradas en observar, opinar o concluir sobre un mismo asunto. 

     En la actualidad el "lente" de cada persona se agudiza o empaña de acuerdo a la calidad y enorme cantidad de información que recibimos a cada instante a través de los diversos medios de comunicación convencionales o de alta tecnología y que a su vez,  pasa por un complejo proceso de contrastación y validación al interior de nuestro cerebro, en base a nuestro padrón cultural, paradigmas, hábitos y valores. Sólo después de ello podremos mostrar una actitud o tener una posición sobre el tema en cuestión.  Hasta aquí, las cosas son fáciles de entender.

     El gran obstáculo que tenemos las personas y que son motivo de grandes problemas de socialización o empatía con las personas, es que no conseguimos administrar esas diferentes visiones sobre un mismo asunto. Todos queremos tener la razón y no queremos escuchar, saber de otros puntos de vista. Nos resumimos a nuestra única y propia perspectiva, dejando de aprovechar las vivencias y experiencias de los que ya pasaron por esas fases de la vida con mucha anterioridad. A nadie le gusta aparecer como que "no sabe" alguna cosa y preferimos callar y actuar solo conforme nuestras propias convicciones.

      Si analizamos mejor lo dicho anteriormente, podemos entender que la "información" que tienen todas las personas sobre un mismo asunto es sumamente  importante, es una información procesada por diferentes tipos y calidades de "filtros", que muy poco sabemos de su existencia y que muy bien podríamos aprovechar para enriquecer nuestros propios puntos de vista sobre el tema que se discute. De allí que es importante en la comunicación oral, saber escuchar a las personas, tener paciencia para dejarlas hablar y agotar un tema. Hay mucha gente que no puede dejar de hablar en una conversación, creen saberlo todo, o tienen ansiedad por ser escuchados, o ser el centro de atención entre los amigos o interlocutores. Pero no se dan cuenta que están perdiendo mucho al no poner oídos a quienes no dejan hablar. 

     En la comunicación escrita, también sucede algo parecido. Hay personas que difícilmente encuentra valor en lo que "otros" escriben, sus respuestas a lo que leen van desde: "la misma cosa toda la vida...ya estoy cansado", "ah eso ya lo sé...", "será que no hay alguna otra mejor opinión en todo este mundo?..." etc. etc. En resumen, existen muy pocos escritos que satisfagan sus propias convicciones, porque los otros NO piensan como él. 

       Así es como nacen las insatisfacciones por la vida, nada más consigue aquietar el alma de la persona, nada más es bueno o de valor para ellos. Esta situación, la falta de curiosidad por lo que otros escriben, dicen o hacen,  poco a poco se deriva en tedio, desinterés, el tedio induce a la depresión y así las cosas van a empeorar en el interior de la persona que no aprendió a entender y aceptar el mundo y a las personas como ellas son naturalmente.

     De aquí, la gran importancia de volver a aprender la forma como actúan los niños naturalmente. Ellos son curiosos y ávidos por aprender cosas nuevas y diferentes, por más que antes ya hayan experimentado, ellos no distinguen origen, calidad, color, sabor de sus comunicaciones con el mundo, y sobre todo escuchan y obedecen lo que sus padres les dicen. Todo es bueno y aprovechable para ellos. Volvamos a ser niños curiosos por la vida, que siempre estará llena de sorpresas simples y bellas. Así de simple también es el Coaching, que te ayuda a entender tus actitudes y respuestas para alcanzar una mejor calidad de vida. Suerte en tu caminar por la vida!!!