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viernes, 30 de agosto de 2013

Semillas de Muérdago No 45: ¿DE DONDE VIENE EL MIEDO?

            El miedo deviene en una enfermedad sicológica cuando no es consecuencia de un peligro inmediato, concreto o verdadero. Se manifiesta en forma de agitación, ansiedad, nerviosismo, tensión, preocupación, fobia, pavor etc. Generalmente se hace evidente por alguna cosa que “podría” suceder pero que no esta sucediendo en este momento que Ud. está aquí y ahora. Sin embargo; su mente esta “volando” en el futuro, deseando saber siempre que es lo que va a ocurrir en el futuro, generando pensamientos compulsivos. Esta situación crea un espacio de constante angustia, que nos acompañará permanentemente durante toda la vida, en caso sigamos identificados con nuestra mente. Por lo tanto es recomendable reconocer de donde aparece esa sensación de miedo, para poder disfrutar de una Paz verdadera en la vida.

          El único momento en que tenemos el poder de actuar es Ahora, en este momento, no podemos hacer nada en el futuro, no podemos manejar concretamente algo que todavía no existe, que aún está en un proyecto mental. 

          El miedo parece tener varias causas, tenemos miedo de perder, fallar, herirnos, pero que al final todos los miedos se resumen al miedo que el ego tiene a la muerte y la destrucción. En el estado de identificación con la mente, el miedo a la muerte afecta cada aspecto de nuestra vida. “El miedo a la muerte del ego” puede referirse desde una simple pérdida de algo material, la partida de un ser querido, una enfermedad, pérdida del trabajo, un accidente, hasta la propia muerte física.

           Por ejemplo: un asunto muy simple, el ego tiene miedo o vergüenza de perder en una discusión y ella genera respuestas y comportamientos violentos, generando emociones de sufrimiento para si mismo y para los otros. El ego no puede equivocarse. Una vez que aprendamos a liberarnos de la identificación con la mente, a nuestro Yo Interior  (el SER) no le hace la menor diferencia tener la razón o no en la discusión, de tal modo que la necesidad compulsiva y completamente inconsciente de tener siempre la razón --que es una forma de violencia-- va a desaparecer. Ud. luego podrá responder a cualquier asunto calmadamente sin agresividad o violencia. El sentido del Yo Interior pasa a  originarse en un lugar profundo y verdadero dentro de Ud. que ya no es más producto de su mente pensante.

         Tenga cuidado con cualquier tipo de defensa dentro de Ud. ¿De qué se está defendiendo? De una identidad ilusoria, de una imagen en su mente, de una identidad ficticia, de las formas?  Al traer ese patrón a su consciencia, al estar presente su Ser como  testigo, Ud. deja de identificarse con esas ficciones, a la luz de su consciencia, el patrón de inconsciencia se disolverá rápidamente.

          Ese es el fin de todos los argumentos y juegos de poder, tan perjudiciales en las relaciones interpersonales. El poder sobre los otros, es la debilidad disfrazada de fuerza. El poder verdadero está en su interior y está a su  disposición Aquí y Ahora, en este momento.

          Teniendo  profunda consciencia que el momento presente es todo lo que Ud. tiene, haga del Ahora el foco principal de su vida. Si antes Ud. se fijaba en el tiempo y hacía breves visitas al Ahora, invierta esa lógica, de una manera muy simple, fíjese, focalícese en el Ahora  otorgue toda su atención a lo que está haciendo en este preciso momento y haga breves visitas al pasado o al futuro cuando sea necesario manejar asuntos prácticos de su vida. Diga siempre SI al momento actual, luego después, con mucha calma puede cambiar o elegir otra alternativa si aquel momento no fue de su agrado.