En la vida de todo ser
humano llega un momento o una fase de ella donde sentimos curiosidad, por la
búsqueda y explicaciones sobre los asuntos trascendentales y a la vez confusos
de la vida: la vida eterna, Dios, el pecado original, el Universo, el paraíso,
el sentido de la vida, el sufrimiento, la muerte, el dolor, el miedo, el fin
del mundo, los valores espirituales, la felicidad, el Ser, etc.
En el presente artículo y
en los siguientes vamos a colocar a su
disposición una selección más, de diversos
conceptos y enfoques profundos que la vasta sabiduría universal a través de
diferentes autores en especial de Eckhart Tolle, Shakti Gawain, James Allen,
Jack Hawley, acumuló a lo largo de todos los tiempos; que para los propósitos
de Coaching de Vida y Espiritual, creemos son los más adecuados en función de
nuestra cultura y época actuales, los mismos que deberían ser analizados y
meditados, para tratar de alcanzar un desarrollo espiritual equilibrado. Medite
y reflexione profundamente sobre cada párrafo, saque sus propias conclusiones y
coloque en práctica lo que a Ud. le parezca pertinente, o simplemente déjelos
de lado, porque en última instancia tan solo son sugerencias y aproximaciones,
finalmente Ud. debe ser la única persona que escoge y decide por Ud. mismo en
todos los asuntos de su vida.
Existe una Vida Única,
eterna y siempre presente, más allá de las innumerables formas de vida sujetas
al nacimiento y a la muerte. Muchas personas utilizan la palabra Dios para
describirla, pero es preferible llamarla de SER, Tanto “Ser” como “Dios” son
palabras que no explican nada. “Ser” tiene la ventaja de sugerir un concepto
abierto porque no reduce el infinito invisible
a una entidad finita. Es imposible formarse una imagen mental sobre este
concepto. Nadie puede reivindicar la posesión exclusiva del Ser. Su esencia es
tan accesible porque puede ser sentida como su propia presencia personal. En
consecuencia la distancia entre la palabra “Ser” y la vivencia del Ser es demasiada
corta.
El SER no está solamente en
el más allá, sino que también en todas las formas, como la más profunda,
invisible e indestructible esencia interior. Eso significa que él esta a su
alcance ahora, bajo la forma de un Yo Interior más profundo, que es la
verdadera naturaleza dentro de Ud. Pero no trate de aprehenderlo con la mente,
ni entenderlo.
Sólo es posible conocerlo
cuando la mente está serena. En caso se encuentre alerta con toda su atención
focalizada en el Ahora. Ud. hasta puede sentir al Ser, pero jamás conseguirá
comprenderlo mentalmente.
Recuperar la consciencia
del Ser es someterse a ese estado de “percepción de los sentidos” es lo que se
llama de iluminación.
La palabra iluminación transmite la idea de una conquista sobre
humana –y eso agrada al ego- pero simplemente es el estado natural de sentirse
en Unidad con el Ser. Es un estado de conexión con algo inmensurable e
indestructible. Puede parecer una paradoja, pero ese “algo” es esencialmente
Ud. y al mismo tiempo, es mucho mayor que Ud. La Iluminación consiste en
encontrar la verdadera naturaleza más allá del nombre y de las formas.
La incapacidad de sentir
esa conexión da origen a una ilusión de separación, tanto de Ud. mismo como del
mundo a su alrededor. Cuando Ud. se percibe consciente o inconscientemente,
como un fragmento aislado, el miedo y
los conflictos internos y externos toman cuenta de su vida.
El mayor obstáculo para
vivir esa realidad es nuestra identificación con la mente, lo que hace que nos
encontremos pensando siempre en alguna cosa. Ser incapaz de parar de pensar es
una aflicción terrible, que nadie lo percibe, porque casi todos sufrimos de ello y lo consideramos normal. El
ruido mental incesante nos impide encontrar el área de serenidad interior, que
es inseparable del Ser. Eso hace que la mente crea un falso Yo interior que
proyecta una sombra de miedo y sufrimiento sobre nosotros.
La identificación con la
mente crea una tela opaca de conceptos, rótulos, imágenes, palabras, juicios y
definiciones que bloquean todas las relaciones verdaderas. Esa tela se sitúa
entre Ud. y su Yo Interior, entre Ud. y el prójimo, entre Ud. y la naturaleza,
entre Ud. y Dios. Es una tela de pensamientos que crea una ilusión de
separación, una ilusión de que existe Ud. y “otro” totalmente aparte.
Si la mente fuera usada
adecuadamente, la mente sería un instrumento magnífico y valiosísimo para la
vida común del día a día, Pero si lo usamos erróneamente, ella se torna
destructiva. Para ser todavía más preciso, no es Ud. que usa a su mente de
forma errada. En general, Ud. simplemente no usa su mente. Es ella que lo usa a
Ud. Es casi como si algo nos dominase
sin tener consciencia de ello y pasásemos a vivir como si fuésemos la entidad
dominadora.
La LIBERTAD comienza cuando
Ud. percibe que no es la entidad dominadora, “el pensador”. Saber eso permite
observar la entidad. En el momento que Ud. comienza a observar al pensador,
activa un nivel más alto de consciencia.
Entonces, comienza a
percibir que existe una vasta área de inteligencia más allá del pensamiento y
que este es apenas un aspecto diminuto de la inteligencia. Percibe también que
todas las cosas realmente importantes, como la belleza, el amor, la
creatividad, la alegría, la paz interior, surgen de un punto más allá de la
mente, El Ser. Ud. comienza a despertar a la vida.