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jueves, 28 de marzo de 2013

Semillas de Muérdago No. 39: DESARROLLANDO nuestra INTUICIÓN I


          Probablemente ya escuchó bastante hablar, comentar y hasta sentir lo que es la intuición en diversos tipos de conversaciones informales. Sin embargo, cuando nos referimos al crecimiento completo y equilibrado de nuestro SER, es muy importante conocer, desarrollar y confiar en nuestra intuición, porque es una de las cosas más valiosas que podemos hacer por nosotros mismos,  su entendimiento es sencillo y normalmente toma muy poco tiempo; la recompensa es increíble, créanme.

          La intuición es un importante recurso que puede contribuir enormemente en nuestro éxito  en la vida. Es una parte natural de nosotros, nuestro derecho por nacimiento, sin embargo muchos de nosotros hemos perdido contacto con ella. Una vez que sepamos como seguirla, la intuición es una fuerza que nos guía con precisión en todos los aspectos de la vida. Sin ella nos encontramos en una gran desventaja con los que sí lo saben usar. Es una herramienta práctica que necesitamos conocerla y usarla para enfrentar con éxito a la vida.

          Debido a que nuestros valores culturales de occidente enfatizan el desarrollo de nuestra parte racional, y muy poco reconoce la existencia o validez de la intuición, muchos de nosotros hemos perdido contacto con nuestro sentido intuitivo. Afortunadamente, con algunos pocos ejercicios y alguna práctica no será difícil recuperar el sentido de la intuición. Al mismo tiempo que Ud. aprende a seguir su intuición,  ella será validada con los resultados que va consiguiendo y Ud. llegará a adquirir confianza plena.

          El mundo globalizado y complicado de hoy, nos coloca muchas alternativas para escoger o elegir, la intuición puede señalarnos con alto grado de certeza la dirección correcta a seguir en un momento dado de incertidumbre. Puede mostrarnos paso a paso que hacer para alcanzar nuestros más caros anhelos y objetivos. Nuestro sentido intuitivo puede ayudarnos a mantenernos seguros y alertarnos cuando alguna cosa puede ser peligrosa o dañina.

          La intuición siempre nos muestra la mejor ruta por donde necesitamos “caminar”. Siguiéndola  podemos evitar confusión, apuros y dolores de cabeza o  corazón. Como  dijo un amigo: “Cuando ignoro mi intuición, termino haciendo cosas que no funcionan bien o cosas que no son buenas para mi. Cuanto mas sigo  mi sabiduría interior,  estoy en mejores condiciones de cuidar de mi mismo, y las cosas caen en su lugar por si propias”.

          La intuición nos conecta con nuestra alma y existencia, mucha gente que desarrolla su intuición se da cuenta que ella los lleva a una relación profunda con su naturaleza espiritual y les permite traer esa naturaleza espiritual  a su vida  cotidiana.

          Las personas más exitosas y afortunadas son frecuentemente muy intuitivas. Consciente o inconscientemente, ellos siguen sus sentimientos. La intuición está conectada estrechamente con la creatividad, cuando estamos fuera de  contacto con nuestro sentido intuitivo, frecuentemente tenemos nuestra creatividad bloqueada. Siguiendo nuestra intuición, ella nos coloca “en el flujo de la vida”, un estado de  alegría, plenitud, productividad y energía positiva.

         Si luego de leer este artículo Ud. se encuentra interesado en saber más de este tema, continúe leyendo los próximos artículos en los cuales desarrollaré aspectos prácticos de cómo seguir y creer en nuestra intuición como una herramienta fundamental de nuestro Desarrollo y Crecimiento Personal, a la cual  el proceso de Coaching le da mucho valor.

sábado, 16 de marzo de 2013

Semillas de Muérdago No. 38: COMO DEBEN SER LAS VERDADERAS RELACIONES PERSONALES?


          Con que rapidez  nos formamos una opinión  y llegamos a una conclusión sobre las personas. A nuestro ego o al “Yo” auto-centrado le gusta   evaluar a los otros, darles una identidad, un nombre o un apodo  (rotularlos). 

        Todo ser humano fue condicionado a pensar y actuar de una forma determinada, condicionado por su herencia genética, por las experiencias de su infancia y por el ambiente cultural donde vive.

           Todo esto no muestra lo que la persona es realmente, pero sí como parece ser. Cuando Ud. juzga a alguien, confunde los modelos condicionados producidos por su mente con lo que la persona es. Nuestros juicios también tienen su origen en padrones mentales inconscientes y condicionados. Ud. da a los otros una identidad creada por esos padrones, y esa falsa identidad se transforma en una prisión tanto para aquellos que Ud. juzga como para Ud. mismo.

          Dejar de juzgar no significa dejar de ver lo que las personas hacen. Significa que Ud. reconoce su comportamiento como una forma de condicionamiento que Ud. ve y acepta tal como es. No es a partir de esos comportamientos que Ud. construye una identidad para las personas.

          Dejar de juzgar libera tanto a Ud. como al otro de identificarse con el condicionamiento, con la forma, con la mente. No es más el ego que conduce nuestras relaciones.
En cuanto el ego domina su vida, la mayoría de sus pensamientos, emociones y acciones vendrán del deseo y del miedo. Eso hará que Ud. quiera o tema alguna cosa que pueda venir de la otra persona.

          Lo que Ud. quiere de los otros puede ser placer, ventaja material, reconocimiento, elogio, atención, o el fortalecimiento de su identidad. Cuando se compara creyendo que sabe o tiene más que los otros. Ud. teme que ocurra lo contrario – que el otro sea, tenga o sepa más que Ud. -  y que ello de alguna forma pueda disminuir la idea que tiene de si mismo.

          Cuando concentra su atención en el Presente, en este momento - envés de usar el Presente como un medio para alcanzar un fin - Ud. sobrepasa el ego o la compulsión inconsciente de usar a las personas como medios para valorizarse a si mismo al compararse con ellas. Cuando brinda total atención  a la persona con quien esta interactuando, Ud. elimina el pasado y el futuro de la relación; claro esta, excepto en las situaciones que exigen medidas prácticas. Al quedar totalmente presente con cualquier persona, Ud. se desapega de la identidad que creó para ella. Esa identidad es fruto de su interpretación de quien es la persona y de lo que ha hecho en el pasado. Al actuar así, Ud. se vuelve capaz de relacionarse sin los mecanismos auto-centrados del deseo y el miedo. El secreto de las buenas relaciones con los demás es la atención, que no es nada más que la calma alerta (despierta).

          Como es tan maravilloso poder sobrepasar el deseo y el miedo en sus relaciones. El amor no quiere ni teme a nada.

          Si el pasado de una persona fuese su pasado, si el dolor de esa persona fuese su dolor, si el nivel de consciencia de ella fuese la suya, Ud. pensaría y actuaría exactamente como ella. Al comprehender esto, queda más fácil perdonar, desenvolver la compasión y alcanzar la Paz.

          Al ego no le gusta  escuchar estas cosas, porque sin poder reaccionar o juzgar este se debilita.

         Cuando Ud. acoge a cualquier persona y entra en su espacio actual en este momento (Ahora) como un invitado noble, cuando Ud. permite  que ella sea como es, la persona comienza a cambiar.

          Para conocer a otro ser humano en su esencia Ud. no necesita saber nada respecto a su pasado o  historia. Confundimos el saber al respecto de alguien con un conocimiento más profundo que no se basa en conceptos. Saber al respecto y conocer  son cosas totalmente diferentes. Una está ligada a la forma; la otra a la ausencia de forma. Una actúa a través del pensamiento; la otra a través de la calma y el silencio.

          Saber al respecto  de alguien ayuda en motivos prácticos. En este sentido, no podemos prescindir de saber al respecto de la persona con quien nos relacionamos. Pero cuando esa es la única característica de la relación, ella se torna limitada y hasta destructiva. Los pensamientos son conceptos que crean una barrera artificial, una separación entre las personas. Sus interacciones no se identifican con el SER, pero sí con la mente. Sin las barreras de los conceptos creados por la mente, el amor se torna naturalmente presente en todas las relaciones humanas, que trasciende el nivel  mental para llegar a la esencia del SER en el nivel espiritual.

          La mayoría de las relaciones humanas se restringen al intercambio de palabras o al reino del pensamiento. Es fundamental traer silencio y calma sobre todo a las relaciones íntimas de familia, por ejemplo cuando salen a caminar en pareja, o simplemente sentados uno frente al otro, ellos se van a sentir bien por el solo hecho de estar juntos,  sin necesidad de conversar. Ese tipo de relación será de mejor calidad sin lugar a dudas.