“No es fácil encontrar la felicidad dentro de nosotros
mismos, y no es posible encontrarla en otro lugar” – Agnes Repplier
Es evidente que a lo largo
de la historia, uno de los mayores esfuerzos del ser humano se orienta a
alcanzar la anhelada felicidad. Resulta complicado y casi imposible concordar
en lo que significa “felicidad”, para
cada persona; ella tiene un sentido diferente, dependiendo de su origen,
cultura, creencias, valores, edad, sexo, etc. Sin embargo, existe algún
consenso cuando decimos que la felicidad es un estado de ánimo o nivel de
satisfacción que sentimos cuando inter actuamos con el mundo exterior o con
nuestro propio mundo interno. Muchas veces la felicidad parece ser la razón de
nuestras vidas.
En tal sentido, es
imprescindible que el hombre defina lo que entiende para si mismo el
significado de felicidad. Durante la
niñez la felicidad se apoya en una
relación de afecto y cariño con los padres, familiares compañeros de
escuela y en algunos juguetes que vienen a ser sus “bienes materiales, su
mundo”. La gran mayoría concuerda con que aquellos años fueron a menudo los
mejores de su vida. Conforme la persona va aumentando en edad, experiencia,
percepción y nivel de consciencia, la felicidad va a tornarse más difusa, compleja
y casi inalcanzable. Muchas veces basamos nuestra felicidad exclusivamente en
signos exteriores de poder, en los bienes materiales, en el grado de confort y
en los placeres efímeros de la vida, dejando de conocer nuestra verdadera
naturaleza humana que tiene mucho que ver con el mundo interno de cada uno de
nosotros. ¿Cómo funciona nuestra mente, alma y espíritu?
La naturaleza del ser
humano es demasiado compleja, somos inconformes y difíciles de obtener satisfacción plena en la vida, cuando ella
se basa tan solo en
cosas pasajeras y materiales. Es de suma importancia permitirnos un
conocimiento real y profundo de esa naturaleza interna del ser humano, para
poder obtener la libertad, control e independencia de nuestras vidas.
La historia del ser humano
desde su inicio esta llena de pasajes de infortunio, desolación, tragedia y
tristeza. La mayor parte de ellas debido a las incomprendidas trasformaciones
del medio ambiente en el planeta, el clima, y a la tiranía intelectual y física
del propio hombre en contra de sus congéneres. Su impotencia e ignorancia para
entender y defenderse contra esas amenazas han dado lugar a la aparición de
“grandes personajes” con doctrinas e ideologías, que aprovechándose del poco
entendimiento del hombre común, prometen el bienestar y la felicidad eterna a
cambio de comportarse conforme a sus interesadas normas éticas, laborales y
financieras.
Descubrir la inmensa
energía y potencial que cada uno de nosotros tiene dentro de si, en lo más
íntimo de nuestro ser, va a ser el único camino para definir y alcanzar la felicidad
que tanto anhelamos. Esta gran tarea comienza con el aprendizaje de la
meditación, el control de nuestro
verdadero SER sobre nuestra mente juguetona y engañosa que distorsiona la
esencia de la vida.
Ahora si, podemos hacerle la
pregunta: ¿Ud. es feliz? No la
responda tan de prisa, siéntase curioso con esa pregunta por un tiempo
prolongado, así ingresará a una nueva y
gran dimensión de quien es Ud. y lo que realmente interesa en su vida. Recuerde
que un Coach de Vida bien puede ayudarlo en este esfuerzo.
“La felicidad llega cuando proyectamos nuestras mentes
y corazones a los objetivos más distantes y lejanos que somos capaces de
realizarlos” – Leo C. Rosten